lunes, 20 de julio de 2009

Comienza el viaje

"Sólo la imaginación es más importante que el conocimiento"

Esta frase, legado de una de las más brillantes mentes que nos han iluminado, encierra, seguramente, la esencia que regula el conocimiento universal:

- Una base teórica y conceptual firme, basada en la evidencia científica, la observación y la experimentación.

- La capacidad de desaprender y aprender una y otra vez poniendo en duda todo lo que día a día nos empeñamos en mostrar como irrefutable.

Ciencia e Imaginación. Rigor e Ilusión. Método e Inconformismo. Diferentes formas de bautizar los mismos caminos que nos llevan a crear el conocimiento común y universal. Dos caminos que, si bien discurren paralelos, se rigen por diferentes leyes y que ambos dos se enriquecen mutuamente.

Parece difícil avanzar en el conocimiento, y más en lo relacionado con la biociencia y el comportamiento (ramas del conocimiento muy poco deterministas por definición) sin haber recorrido estos dos caminos una y otra vez. No lleva a ningún lugar desde el que construir, probablemente, encerrarse en un laboratorio y negarse al contraste de la evidencia y el sudor de las trincheras, así como tampoco parece la mejor de las ideas formular teorías alegremente sin el menor rigor científico o sin evidencias que las puedan respaldar.
Me apunto a lo que otra de las personas que nos siguen maravillando aún muchos años después de su muerte, proclamó después de publicar una de las obras más influyentes de la historia, "Philosophiae naturalis principia mathematica" :
"Si he logrado ver más lejos es porque me subí a hombros de gigantes"

Esos gigantes eran entre otros, Galileo, Copérnico y demás predecesores que, desde sus excepcionales contribuciones, le hicieron querer ver más allá y empujarle a desaprender para volver a aprender, una y otra vez...
Lo que me lleva directamente a una de esas sentencias tan banales, simples y divertidas a priori como crudamente descriptivas, de uno de los mejores profesores que he tenido nunca. Uno de esos sabios anónimos que de cuando en cuando nos encontramos en nuestro caminar.
"De deporte y medicina, todo el mundo opina"
Así, el ámbito de conocimiento del que nos vamos a ocupar, multidisciplinar y que abarca ramas de la biología, la biomecánica, la anatomía, la fisiología, la teoría del entrenamiento, la física, la bioquímica, la endocrinología, o las ciencias del comportamiento, lamentablemente ha estado desarrollado en base a constructos y mitos autoalimentados basados en la nada, estando muchos de ellos tan arraigados que siguen aún vigentes, aún sin contar con ningún respaldo científico medianamente sólido. Y la historia nos demuestra que una mentira mil veces repetida termina pareciendo verdad. Terror.
Pero felizmente, la producción científica al respecto en las últimas décadas ha sido tan prolífica que, gracias a estas mentes que han consagrado su vida a la búsqueda del conocimiento, estamos ya en disposición de basar nuestros actos y nuestras propuestas en sólidas evidencias científicas que provocarán no pocas tormentas conceptuales en nuestras contaminadas mentes.
Así que éste será el objetivo de este rincón. Reflexionar sobre lo que la evidencia científica aporta actualmente al ámbito del entrenamiento deportivo, la actividad física y la salud, para, felizmente, desde ese punto de partida, imaginar, desaprender y volver a aprender eternamente...